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La taquicardia (del griego ταχύς, "tajýs", veloz, y καρδία, "cardia", corazón) es el incremento (aceleración) de la frecuencia cardíaca. Es la contracción demasiado rápida de los ventrículos. Se considera cuando la frecuencia cardíaca es superior a 100 latidos por minuto en reposo.
La misma puede ser fisiológica (es decir, no patológica), por ejemplo, cuando se realiza una actividad física intensa o cuando se presentan emociones intensas (miedo, ansiedad, preocupaciones, nerviosismo por alguna situación cotidiana o cualquier otra emoción derivada del estrés), pero también puede estar asociada a procesos patológicos, como la anemia, las hemorragias, el insomnio o el no dormir adecuadamente, el shock, insuficiencia renal, depresión, la infección de algún órgano, nerviosismo excesivo y otros. La taquicardia por sí sola no afecta a la esperanza de vida de manera significativa. Este síntoma es más común en las mujeres que en los hombres. Puede ser causada por factores como tabaquismo, alcoholismo, drogas o funcionamiento deficitario de la glándula tiroides. También varía en función de las emociones, del dolor y de los pensamientos.
Un electrocardiograma (el registro de la actividad eléctrica del corazón) permite detectar posibles arritmias. En algunos casos, se necesita recurrir a la colocación de un monitor de Holter, dispositivo que se adosa al cuerpo del paciente y permite registrar la actividad eléctrica del corazón.
El corazón actúa como una bomba que impulsa la circulación sanguínea por el organismo. Las fibras musculares del corazón deben contraerse al unísono para funcionar como se espera. Los impulsos bioeléctricos procedentes de un grupo de células ubicadas en la aurícula derecha rigen las contracciones del corazón; estos impulsos fluyen por caminos que comunican con las fibras musculares de las cuatro cámaras. Cuando se daña cualquier parte de este complejo sistema de conducción se altera el ritmo regular de los latidos, y como resultado pueden producirse diferentes trastornos del corazón, como un paro cardíaco, fibrilación ventricular, fibrilación auricular, bloqueo cardíaco o taquicardia.
En ocasiones la taquicardia está asociada a la ansiedad o pánico, sin que pueda establecerse si ésta genera taquicardia.